Nuevo informe exclusivo de la CIRA: “LAS IMPORTACIONES ABASTECEN LA PRODUCCIÓN”

 

LAS IMPORTACIONES ABASTECEN LA PRODUCCIÓN
Documento elaborado por la Cámara de Importadores de la República Argentina

INTRODUCCIÓN:

La Argentina cuenta con un aparato productivo relevante que se sostiene a lo largo de décadas evolucionando y trabajando en diversas etapas.
En la presente instancia de la evolución tecnológica el funcionamiento de ese aparato requiere diversos aportes. Financiamiento, recursos humanos, inversión, elementos calificados que se encadenan en los procesos productivos, inversión, políticas y servicios públicos y privados, demanda en cadenas de integración productiva, entre otros. Todo ello supone que entre todos esos “motores” están las importaciones.
Las importaciones en todo el mundo y, en particular en la Argentina, aportan a la producción equipos, máquinas y bienes de capital; insumos y bienes intermedios necesarios para completar procesos productivos; repuestos, partes y piezas que permiten reponer o armar; energía que en buena medida se dirige a la producción; y hasta vehículos que contribuyen con la logística y el transporte de carga y personas involucradas en la producción.
Por ello consideramos relevante destacar que -entre varios aportes- las importaciones generan un significativo aporte productivo para la generación de bienes y servicios, para la acción constante de la economía, sea ella industrial, manufacturera, de pymes o de grandes empresas, de servicios o hasta en el agro.
Este trabajo pretende resaltar ese aporte de las importaciones, explicando y destacando los distintos rubros de las mismas que se involucran en los procesos productivos en Argentina, los que, entonces, cuentan virtuosamente con el aporte de esas importaciones, así como de otros motores que son concomitantes.

1. Los datos:

Las importaciones argentinas se componen primordialmente de bienes que se usan para la producción.
Las cadenas productivas argentinas usan insumos locales pero también de orígenes externos, así como bienes de capital y piezas y partes externas que se complementan con los locales. Y también el país entero (y por ende la producción) usa energía o minerales externos que completa la local y automotores de diversos orígenes.
Lo datos del INDEC muestran la composición de las importaciones:

Importaciones por uso económico (fuente: INDEC) 2016/2019
Importaciones por uso económico. Año 2020.

 

https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-3-2-40  

Sobre la base de la información antes provista se ha confeccionado el siguiente gráfico:

2. Comentarios

Como se muestra antes, si se suman las importaciones de bienes de capital (inversión para la producción), bienes intermedios (insumos para la producción) y piezas y accesorios (para armado y reposición para la producción) se llega al 75% del total (este porcentaje surge del análisis de los datos provistos por el INDEC en el informe sobre intercambio Comercial Argentino ICA disponible en el sitio oficial del instituto: (https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_21C2B9FE5325.pdf). 
Y a eso hay que agregar que (según la misma fuente) del total de importaciones de energía mas de la mitad se usa para abastecer la producción y que de las importaciones de automotores y material de transporte surge no solo el abastecimiento de necesidades de movilidad productiva sino la posibilidad de exportar Automotores a Brasil por el flex del acuerdo bilateral.
Obsérvese por ejemplo en el cuadro anterior la relevancia en las importaciones de máquinas y aparatos, químicos, plásticos, metales, bienes intermedios que refleja lo expuesto. Y en el caso de los autos, por ejemplo, el comercio administrado permitió generar un flujo de inversiones que se distribuyeron en los dos países y que permitió alcanzar niveles de producción compatibles con la especialización productiva.
Los datos citados del INDEC confirman claramente que los bienes de consumo representan menos del 8% del total importado y en muchos casos son productos no producidos en el país o que cuentan con insuficiente abastecimiento local.

3. Un análisis de la historia reciente

Puede medirse la apertura de una economía a través de la relación entre el comercio internacional -exportaciones e importaciones, de bienes y de servicios- y su producto bruto (coeficiente de apertura). En esta materia, entre 200 países que mide el Banco Mundial, Brasil y Argentina estuvieron en la última década entre las 10 de peor resultado (ambos debajo del lugar 190). El coeficiente fue en todo el mundo 58%; en los países de la OECD 57% y en Latinoamérica 47%. Pero en Brasil y Argentina ronda el 30%. Los datos referidos surgen del sitio oficial del banco Mundial: https://data.worldbank.org/indicator/NE.IMP.GNFS.ZS.
Debe decirse que la Argentina tiene historia de incumplimientos de normas internacionales (desde las de la OMC hasta las del Mercosur) que pueden afectar intereses del país y generar retaliaciones. Y que numerosas empresas deciden no producir en Argentina por el proteccionismo local.
Si se analiza la composición de las importaciones argentinas de bienes se descubre que por lejos la mayor porción de las importaciones es la de máquinas y aparatos (inversión), seguidas del material de transporte y luego de insumos como químicos, minerales (incluyen combustibles), vegetales, plásticos, metales y demás bienes intermedios. Así lo exhibe el INDEC en su informe ICA de fin de 2020 que reporta el resultado del comercio exterior argentino anual de todo el año 2020 (https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_21C2B9FE5325.pdf) y en los informes anuales anteriores que muestran un patrón que se repite con leves variaciones.
Adicionalmente, debe decirse que si se computa la evolución de las importaciones (en base a la estimación de elaboración propia en el desagregado por sección del nomenclador) es de destacar cómo han descendido las importaciones argentinas dirigidas a abastecer la actividad económica (las más relevantes en el total, que son las que se dirigen a sostener el aparato productivo). En conciencia con el estancamiento económico de los últimos años, las importaciones se redujeron en términos relativos, según las fuentes citadas.
Así, si se prescinde de los resultados de 2020 (por la especialidad de las restricciones sanitarias propias de la pandemia conviene no usarlo como referencia) y se computan los años anteriores normales, se ve que las importaciones más significativas en el total fueron las de máquinas y aparatos (inversión) que habían llegado a un récord de 19.367 millones de dólares en 2011, luego estuvieron en altos niveles en 18.892 millones de dólares en 2013 y fueron de 18.562 millones de dólares en 2017, mientras habían sido de 16.926 millones de dólares en 2015 y de 16.767 millones de dólares en 2014. En 2019 apenas habían ascendido a 13.518 millones dólares en 2019 (bajísima tasa de inversión).
La información referida así como la provista en los párrafos siguientes se extrae de los diversos informes ICA (que se confeccionan mes a mes) provistos por el INDEC en su sitio web oficial en su apartado “Intercambio Comercial Argentino” (https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-3-2-40).
Debe decirse que las máquinas y aparatos obviamente se refieren a inversión y base para la producción. Pero del mismo modo las importaciones de insumos, que se usan para terminar procesos productivos, habían ya caído en 2019 (antes de la pandemia) pero también caían antes a lo largo de los últimos años en varios rubros. Los químicos, por caso, tocaron el récord de 10.137 millones de dólares en 2013 y mostraron 10.314 millones en 2011, mientras que fueron de 10.087 millones en 2012 y en 2019 apenas ascendieron a 9.312 millones.
Otro insumo relevante como los metales, que estuvieron en 4.328 millones en 2011 (récord) y mostraron 3.968 millones en 2012 y 3.683 millones de dólares en 2013, mostraron apenas 2.680 millones de dólares en 2019.
Los insumos se usan obviamente para la producción también.
Un rubro de gran relevancia en importaciones (luego de las máquinas y aparatos) es el de material de transporte. El mismo incluye numerosos vehículos que se usan para movimientos referidos a la producción, desplazamientos laborales y movilidad productiva. El rubro mostró niveles récord en 2013 con 15.444 millones de dólares, y altos números en 2011 con 14.260 millones y en 2017, con 14.425 millones de dólares, pero en 2019 apenas mostró compras externas por 7.779 millones.
Luego, los minerales (que incluyen combustibles) son otro rubro de significación para la producción porque abastecen las cadenas de producción. Ellos tuvieron récords de 12.041 millones en 2013 y 12.127 millones en 2014, y en 2009 apenas mostraron importaciones por 4.853 millones (en este rubro incide la menor demanda local pero también que la oferta de petróleo y derivados local se elevó abasteciendo el mercado doméstico en mayor medida).
Otro insumo que es relevante para la producción es el de los plásticos, que tuvieron importaciones por 4.527 millones de dólares (récord) en 2011, niveles altos en 2012 y 2013 (3.130 millones y 4.215 millones respectivamente) y en 2019 apenas mostraron 2.714 millones de dólares.
En todos los rubros se muestra una caída notoria. Y coincide con la debilidad de la producción local. En Argentina cuando crece el PBI las importaciones son elevadas para abastecer la producción.
Partir de niveles bajos en importaciones supone que las compras desde el exterior deban crecer porque es necesario importar para producir.
Por eso, debe decirse que las importaciones argentinas de bienes se componen eminentemente de productos que se dirigen a la producción (bienes de capital, bienes intermedios, piezas y partes, energía y automotores -estos dos últimos en un porción se usan para la producción de bienes y servicios-).
Así lo exhibe la información provista por el INDEC.
El 26% del total de importaciones son máquinas y aparatos, 14% son químicos, 11% son minerales (incluye combustible), 6% son metales, 5% son plástico y caucho; y luego 18% es material de transporte.
La enorme mayoría (80% aproximadamente) -agregando rubros- del total de importaciones, por ende, se usa en procesos productivos de algún modo.
Y además las importaciones son un requisito para las exportaciones. Este es un fenómeno mundial. Los países que más exportan en el planeta son los que más importan (China, Estados Unidos, Alemania, Francia, Países Bajos, Reino Unido, Japón, Corea, etc.).
Esta información se acredita en la lista de países exportadores e importadores que año a año provee la Organización Mundial de Comercio y se exhibe a continuación en su último registro disponible a la fecha:
(https://www.wto.org/english/res_e/statis_e/wts2020_e/wts2020chapter06_e.pdf)

Por eso el problema de la Argentina no son las importaciones sino el bajo nivel de las exportaciones, medidas en términos de su participación en el comercio mundial como si las relacionamos por exportaciones per cápita. La Argentina ha venido siendo uno de los países con menor incidencia de las importaciones en su PBI en todo el mundo.

 

 

 

Cámara de Importadores de la República Argentina
Junio de 2021

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