Cerca de 500 empresas importadoras acudieron a la Justicia para que el Banco Central les venda dólares

Las empresas que no pueden obtener los permisos para comprar materias primas en el exterior para luego producir en el país iniciaron acciones contra el Estado. La mira de los importadores está puesta en el Ministerio de Desarrollo Productivo, particularmente en la Dirección Nacional de Gestión Externa

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Según Rubén García, titular de CIRA, en el país existen 19.000 posiciones arancelarias de mercadería con licencias y un gran porcentaje enfrentan restricciones.
Según Rubén García, titular de CIRA, en el país existen 19.000 posiciones arancelarias de mercadería con licencias y un gran porcentaje enfrentan restricciones.

Dados los controles a las importaciones y la falta de dólares que padecen para pagar sus compras en el exterior, cerca de 500 empresas importadoras recurrieron a la Justicia para pedir que el Banco Central les venda divisas. Así lo confirmó a Infobae el titular de la Cámara de Importadores (CIRA), Rubén García.

De esta manera, las empresas que no pueden obtener los permisos para comprar materias primas en el exterior para luego producir en el país iniciaron acciones contra el Estado.

Sucede en un contexto en el que las reservas del Banco Central vienen incrementándose lentamente y en medio de un boom de la soja que superó los USD 600 por tonelada.

La mira de los importadores está puesta en el Ministerio de Desarrollo Productivo, particularmente en la Dirección Nacional de Gestión Externa, dependiente de la cartera que conduce Matías Kulfas.

Allí manejan las licencias no automáticas. El problema es que no atienden el teléfono ni contestan los mails”, se quejó García.

Las empresas que no pueden obtener los permisos para comprar materias primas en el exterior para luego producir en el país iniciaron acciones contra el Estado.

“Más del 80% de lo que importa Argentina va a la industria y la producción. Esto es un freno a seguir produciendo. Las empresas necesitan previsibilidad. Cuando para el ingreso de mercadería no paran los impuestos”, remarcó el dirigente al tiempo que agregó: “O cerras la persiana o recurrís a la Justicia. No queda otra”.

Las trabas para los importadores se incrementaron en mayo de 2020 como consecuencia de la escasez de divisas. En ese momento el Banco Central que conduce Miguel Pesce comenzó a limitar la autorización del acceso al mercado de divisas oficial para cancelar compras compras o deudas.

En medio del drenaje de reservas en dólares ante la presión existente en el mercado de cambios, el Banco Central, mediante la Comunicación “A” 7138, anunció en octubre del año pasado más restricciones para que los importadores accedan al mercado cambiario mayorista, como por ejemplo la exigencia de la aprobación previa de Aduana y que quienes hayan hecho hace un año pagos por importaciones de bienes que aún no ingresaron al país, regularicen su situación para poder volver a hacer pagos anticipados.

Más del 80% de lo que importa Argentina va a la industria y la producción. Esto es un freno a seguir produciendo. Las empresas necesitan previsibilidad. Cuando para el ingreso de mercadería no paran los impuestos”, remarcó el dirigente al tiempo que agregó: “O cerras la persiana o recurrís a la Justicia. No queda otra (Rubén García)

Pero no sólo eso, sino que la autoridad monetaria bajó al 10% de lo establecido el ítem de “Anticipo de Operaciones Cambiarias” y la pasó de USD 500.000 a operaciones de USD 50.000, lo que hace que, básicamente, sean todas las operaciones las que tienen que ser informadas y, a partir de esto, que los importadores tengan que esperar el tiempo establecido para acceder el mercado cambiario, que es de 72 horas.

Según García, en el país existen 19.000 posiciones arancelarias de mercadería con licencias y un gran porcentaje enfrentan restricciones.

El titular de CIRA alertó que la Secretaría de Comercio no está entregando licencias no automáticas, o lo hace a cuentagotas. “Solo salen las automáticas”, afirmó.

No hay que perder de vista que la caída de las importaciones registrada en los últimos años -por fuera del ciclo, es decir, más allá de su correlación con el alza y la baja del nivel de actividad- ha tenido un impacto negativo sobre la inversión y el crecimiento económico y el empleo.

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